Familia, cordial saludo.
Las actividades con tu hijo no tienen por qué llegar a ser un momento de opciones limitadas. Uno de los grandes retos que tienen los padres, madres y/o cuidadores de los niños con Autismo, es lograr identificar cuales con esas actividades que se pueden implementar durante el tiempo libre de los niños o niñas que verdaderamente sean de su agrado y aporten a su proceso de desarrollo. Es por esto, que a continuación te vamos a brindar algunas pautas y dinámicas para que implementes con tu hijo en este tiempo de aislamiento social.
PAUTAS
Una de las características de los niños o niñas que presentan Autismo es su dificultad para establecer interacciones sociales. Si el niño al principio no interactúa en la actividad propuesta, no sabe cómo participar o no sabe cómo empezar, familia, es importante que lo estimulemos en esta acción, enseñándole como debe hacerlo con un ejemplo, pues en la mayoría de actividades ellos necesitan de una orientación para aprender a hacerlo.
Con estas pautas vas a ir estableciendo las bases de la interacción con el niño y después te será más sencillo lograr que te imite. A partir de ahí, iras avanzando hacia otros tipos de actividades o juegos, donde le enseñaras a controlar los turnos, mediante juegos de intercambio, etc.
1. Identifica los intereses del niño, incorpóralos en la actividad e imita los movimientos o “juegos” de él. De esta forma intentaremos captar su atención. Demuéstrale que su conducta te interesa.
2. Hazle saber que estas con él, para que acepte tu participación en sus juegos y actividades.
3. Modela y ve dotando de sentido su juego a partir de pequeñas pautas estructuradas.
4. Prepara guiones sencillos de juego, paso a paso, enséñale a jugar con juguetes, enséñale a imitar y a practicar su uso, a la vez también le vas mostrando las posibilidades de juego. Ya que se aprende haciendo (moldeado) y se asimila repitiendo (rutinas).
5. Establece una rutina: que se consigue con confianza y seguridad, porque sabrá qué va a pasar.
6. Anticipa lo que va a ocurrir: por ejemplo, “ahora burbujas de jabón” se pueden utilizar apoyos visuales para la mejor comprensión.
7. Provoca el uso del lenguaje ayudándole a hacer peticiones sencillas. Por ejemplo, si le gustan las burbujas de jabón comienza a jugar con él y por un momento detienes el juego. De esta forma vas a crear una situación de petición. Una vez nos demande más burbujas de jabón puedes jugar dándole órdenes del tipo; “ahora sopla tú” o “intenta coger las burbujas de jabón”.
8. Habla sin alzar la voz y con calma, con palabras sencillas y concisas, con movimientos lentos y suaves, con sonrisas e intentando tener contacto físico con él en algunas oportunidades. Otro punto importante es ponerte siempre a su nivel para hablar y buscar el contacto visual.
9. Presenta la actividad de forma muy atractiva, divertida y motivadora. Disfruta junto a él, para que se convierta en una experiencia positiva. No impongas una actividad si no genera interés.
10. No utilices las bromas o los mensajes confusos, porque no te van a entender.
Delimita el espacio cuando interactúes en el suelo. Elimina los ruidos de fondo y las distracciones.
DINÁMICAS PARA IMPLEMENTAR EN CASA
1. FORMANDO PAREJAS
El juego de armar parejas es un buen ejercicio. Para ello, según la edad del niño, se puede adaptar a sus necesidades y en distinto grado de dificultad.
Se trata de generar tarjetas por parejas (con fotografías, dibujos, números…). Debe haber dos tarjetas iguales. Los puedes fabricar tú mismo adaptándolo a los gustos del niño, de modo que le resulte más interesante.
Después de tener un montón de pares de tarjetas, lo que debes hacer es barajarlas y colocarlas hacia abajo.
El juego consiste en que, estando todas las tarjetas barajadas boca abajo y por turnos, el niño debe levantar una de ellas y fijarse en el dibujo que hay (por ejemplo, un coche) y después levantar otra (que puede ser, por ejemplo, un globo).
El niño debe prestar atención a la colocación de las cartas y fijarse en el dibujo de cada tarjeta, por lo que entrenaras sus tiempos de atención.
Cuando en su turno sea capaz de levantar dos tarjetas con el mismo dibujo, se las guarda y continúa jugando. El juego termina cuando se han levantado todas las cartas. Y gana la persona que haya guardado más parejas de cartas.
2. LA TORRE
Uno de los juegos que sirven también para trabajar la impulsividad es “la Torre”. Se trata de un juego de habilidad física y mental, donde los participantes deben retirar bloques de una torre por turnos y colocarlos en la parte de arriba hasta que se caiga.
Este juego cuenta con una de las ventajas de los juegos de mesa, como es el establecimiento de turnos.
Además, el juego requiere que el niño se detenga por un momento inhibiendo su impulsividad y planifique su siguiente movimiento. El niño debe de retirar con sumo cuidado la pieza, trabajando así la motricidad fina y la coordinación óculo manual.
3. AUTO INSTRUCCIONES: PARA, PIENSA Y ACTÚA.
Para trabajar las auto instrucciones, las premisas son “Para, piensa y actúa”. Es una técnica cognitiva que pretende trabajar con los niños la impulsividad.
Se trata de seleccionar al principio, por ejemplo, una conducta inadecuada que suele repetir: “levantarse de la mesa mientras se come” o “levantarse de clase mientras está haciendo una actividad”.
Las auto instrucciones deben ajustarse a cada niño, viendo lo que sea necesario para cada uno. Se las debe decir mentalmente y aplicarla ante conductas impulsivas.
Para ello, las auto instrucciones son útiles para que cuando el niño note el impulso de levantarse debe pensar: “Párate. ¿Qué es lo que tengo que hacer? Ahora mismo tengo que estar sentado. Puedo conseguirlo. Voy a estar un poco más de tiempo sentado”.
De este modo, se pretende que retrase un poco más la impulsividad de hacer esa conducta en ese momento determinado.
4. LA TÉCNICA DE LA TORTUGA
Para trabajar la regulación emocional, también puede ser muy adecuada la técnica de la tortuga.
Tendrás que indicarle al niño que en determinados momentos, se van a convertir en una tortuga y debe saber cómo se comportan las tortugas.
Pueden ir caminando con la cabeza y las patas por fuera pero cuando sienten que alguien las amenaza, se esconden y dejan a la vista sólo el caparazón.
Debes indicarles que ellos pueden comportarse de ese modo. Así, cuando el sienta que no puede controlarse, puede convertirse en una tortuga y esconderse dentro de su caparazón.
Se le insta a que piense cosas agradables, a que deje volar el enfado o las emociones desagradables y que se relaje
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