Dispositivo viajero semana 08 al 12 de junio , "Estrategias de regulación emocional para familias"
¿QUÈ ES EL ESTRÉS?
El estrés es un estado de
tensión física y mental que se genera como respuesta automática ante situaciones externas que son percibidas como amenazantes o demandantes. Se sabe que en sí mismo el estrés no es algo “malo” pues nos impulsa a conseguir objetivos e incluso puede ser saludable sí se sabe manejarlo eficazmente.
En un primer momento la respuesta de estrés es necesaria y adaptativa, pero sí ésta se prolonga o intensifica se pueden experimentar serios trastornos físicos y/o emocionales afectando el desempeño diario de una persona en sus diferentes esferas de la vida.
TRES FASES DE DESARROLLO DEL ESTRÉS:
1. Fase de alarma o huida:
Se presenta cuando nuestro organismo se prepara para
producir el máximo de energía, con los consecuentes
cambios químicos. El cerebro envía señales que activan la secreción de hormonas, que mediante una reacción que provoca diferentes reacciones en el organismo como son: tensión muscular, agudización de los sentidos, aumento en la frecuencia e intensidad de los latidos del corazón, elevación del flujo sanguíneo, incremento del nivel de insulina para que el cuerpo metabolice más energía, etc.
Cuando pasa la señal de alarma nuestro organismo se
relaja y recuperamos el estado de reposo. Si la situación
se mantiene de forma continua, pasamos a la siguiente
fase.
2. Fase de adaptación:
También se le conoce como fase de resistencia y se presenta cuando se mantiene la situación
de alerta sin que exista relajación. Es entonces cuando el organismo intenta retornar a su estado normal, y se vuelve a una nueva respuesta fisiológica, manteniendo
las hormonas en situación de alerta permanente. Esta
fase llega a su límite cuando se agota la energía.
3. Fase de agotamiento:
Sucede cuando el estrés se convierte en crónico, y se
mantiene durante un período de tiempo que varía en
función de cada individuo. En esta fase se experimenta
debilidad y aparece una sensación de angustia y ansiedad que termina por afectar la salud física y/o emocional de la persona.
Los principales signos y síntomas que se observan en
un individuo en esta fase son: apatía, colitis, gastritis,
úlceras, insomnio, irritabilidad, enfermedades cardiacas, depresión, etc.
Factores anti estrés:
Ahora bien, no todas las personas se enfrentan a situaciones estresantes de igual forma. Lo que para algunos es una situación estresante para otros puede que no lo sea. Esto se debe a ciertos factores como son:
- Actitud: Tiene que ver con la forma en que interpretamos la realidad que nos rodea, por lo que para alguien una situación puede ser percibida como demandante y amenazante mientras que para otra representa un reto interesante o una oportunidad de desarrollo.
- Bienestar físico: La mala alimentación y nutrición estresa al cuerpo y a la mente perjudicando en sobremanera a quien se encuentra en este estado. Una persona sometida a estrés requiere más nutrientes, vitaminas y minerales.
Asimismo, la actividad física inadecuada puede
provocar un estado estresante para el organismo.
• Redes de Apoyo: Somos seres sociales que necesitamos de los demás, y por lo tanto la mayoría de las personas requiere de alguien en sus vidas en quien confiar en un momento difícil. Cuando se carecen de redes de apoyo, las situaciones estresantes se hacen más difíciles de manejar.
TECNICAS DE CONTROL EMOCIONAL
Existen técnicas básicas de control emocional para
hacerle frente al estrés, y éstas pueden utilizarse antes, durante o después de un acontecimiento estresante.
1. Respiración profunda
Esta técnica es muy fácil de aplicar y es útil para
controlar las reacciones fisiológicas al enfrentar
situaciones emocionalmente intensas.
• Inspira profundamente mientras cuentas
mentalmente hasta 4
• Mantén la respiración mientras cuentas men-
talmente hasta 4
• Suelta el aire mientras cuentas mentalmente
hasta 8
2. Detención del pensamiento: Esta técnica se centra en
el control del pensamiento y para ponerla en práctica debes seguir los siguientes pasos:
– Cuando empieces a encontrarte incómodo, nervioso o alterado, préstale atención al tipo de pensamientos que estás teniendo, e identifiques todos aquellos con connotaciones negativas (centrados en el fracaso, el odio hacia otras personas, la culpa, etc.)
– Repite hacia ti mismo “¡Basta!”
– Sustituye esos pensamientos por otros más positivos
El problema de esta técnica es que se necesita cierta
práctica para identificar los pensamientos negativos, así
como para darles la vuelta y convertirlos en positivos.
Relajación Muscular: Esta técnica requiere entrenamiento previo siguiendo los siguientes pasos:
– Siéntate tranquilamente en una posición cómoda. Cierra los ojos.
– Relaja lentamente todos los músculos de su cuerpo, empezando con los dedos de los pies y luego haz lo mismo con el resto del cuerpo hasta llegar a los músculos del cuello y la cabeza.
– Una vez que hayas relajado todos los músculos de su cuerpo, imagínate en un lugar pacífico y relajante (por ejemplo en una playa). Cualquiera que sea el lugar que elijas, imagina que está totalmente relajado y despreocupado.
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